26 ago 2008

Mi abuelito...

Holaaaaaaaa todos!!!!!

Hoy... gracias a una conversación "virtual" que tuve me encontré con algo que escribí hace casi 5 años... Simplemente quería compartirlo ya que me llena de sentimientos...


Septiembre 2 de 2003

Algunos lo conocimos como “El abuelito”, otros como “Posito”, “Papi”, “Naneste”, “Querido” y algunos otros como “Don Alfredito”. Todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo saben la maravillosa persona que fue mi abuelito. A parte de ser el hijo más especial de todos, también fue el mejor papá, pero en especial, fue el mejor abuelito que alguien ha podido tener. Para mi, no se alcanzan a imaginar todo lo que significa, y aunque no quiero ser egoísta y quiero que descanse tranquilo, algo si sé: Lo voy a extrañar inmensamente. Me va a hacer mucha falta llegar a Chinauta los fines de semana y verlo ahí paradito en la puerta esperándonos con una sonrisa que le duró toda la vida, me va a hacer falta sentarme con él a resolver el crucigrama y los jeroglíficos, sentarme a ver televisión con él, pues a pesar de la diferencia de edades, siempre nos gustaron los mismos programas. Los que lo conocieron saben que me estoy quedando corto para describir la persona que era mi abuelito. Cuando nos encontrábamos, sacaba la lista que había hecho con los mejores chistes de sábados felices para que no se le olvidara contármelos, en fin, ustedes, cada uno lo vivió y sabe de qué estoy hablando.


El día de hoy, me siento profundamente triste, tanto como nunca antes en mi vida, pues ya no está con nosotros mi abuelito, pero a todos nos quedan mil recuerdos de los momentos que vivimos con él.
Todavía no puedo creer que hoy, yo, me encuentre escribiendo unas palabras para despedirme de él. Lo siento aún conmigo y sé que así va a ser siempre, porque él representa todo lo que quiero ser en mi vida, es el modelo que quiero seguir y nunca voy a ir a ninguna parte sin él.


Mi abuelito me dejó dos enseñanzas que hoy hacen de mi la persona que soy. La primera es que si es posible vivir la vida con alma de niño, él lo hizo y disfrutó al máximo todos los momentos de su vida. Y la segunda es que se puede amar sin límite de tiempo ni de cantidad, pues él amo a mi abuelita hasta el día en que se fue y a todos lo que lo rodeabamos nos contagió con ese gran sentimiento.

Esta es mi forma de decirte, Abuelito, cuanto te quiero y cuanto te voy a extrañar, ojalá me estés oyendo.
A todas las personas que nos acompañan en estos difíciles momentos, les agradezco con toda el alma el sentimiento que de alguna forma los une a mi abuelito.


Luis Alfredo Betancourt Mesa

3 comentarios:

Cata - Perros de Casa dijo...

Liusito, me hiciste acordar de muchas cosas...

Hoy después ya de tantos días, me da mucha nostalgia pensar en tu abuelo, que fue también como mi abuelo... qué hombre más hermoso, cariñoso y feliz... verlo sentado a la entrada de la finca, al lado de tu abuela, incondicionalmente. Con su ruana para el frío, su sombrero... y efectivamente, esa sonrisa que siempre lo caracterizó.

No sabes lo feliz que me siento de haber podido compartir tanto con él y contigo. Haber conocido a semajante hombre es un honor. Tanto como el haberte conocido a tí :)

Te quiero un montón y te aseguro que si tu sueño es ser como él, lo lograste hace mucho tiempo. Eres un hombre maravilloso, lleno de felicidad, de carisma, de ganas de vivir.

Anónimo dijo...

Ay Luisito. Qué lindo :)

Me alegró mucho llegar a leer esto, aunque no conocí a tu abuelito, porque sé perfectamente porqué lo escribiste.

Un abrazote ;)

Julie

DPaolaG dijo...

Lui q bonitas palabras!!! lo mejor queda en los recuerdos y los sabios consejos de un abuelo.